Dejo para un momento más animado las consideraciones sobre la medida de la calidad a cargo de mi ex-rector Docampo y también los consejos de Francisco Michavila sobre la participación estudiantil. Por lo menos hasta que los sindicatos reconozcan sus márgenes de negociación, y el ministerio científico ofrezca cifras reales de costes y disponibilidades. De JJ Brunner recojo ideas aquí con una periodicidad superior a la de las revistas. Hay más autoras/es.
Me fijo en dos artículos que pueden ser de interés para quienes piensan que se puede aprovechar algo de esta tormenta boloñesa. Quienes deseamos que los alumnos saquen más de sus horas en torno a las facultades y escuelas, pueden ver un estudio sobre esa rara avis de la excelencia docente, la cenicienta de la investigación, señora de la universidad contemporánea.
Destaco en este número, otra excepción, un gráfico cuasi renacentista:
Representa el núcleo y meollo del artículo que continúa hasta concretarse en una serie de indicadores de la calidad docente (modelo y cuantificación de planificación y ejecución docente al final del pdf del artículo de Aurelio Villa)
En estas 36 páginas, no digo que amenas, resultan más visibles indicadores que miden lo que aprenden los estudiantes y los hábitos que adquieren.
Otro artículo se ocupa Aprendizaje activo y metodologías educativas. Günter L. Huber.
Tras un recorrido por declaraciones del Bolongna Working Group en 2003 y 2005, centra el paradigma de esta reforma en el aprendizaje permanente: el cambio de la adquisición de conocimiento hacia la capacidad creativa y la participación activa en la construcción y reforma de conocimientos a lo largo de la vida y más allá de las paredes de los edificios universitarios. Tras una distinción de las modalidades del aprendizaje activo, con un repaso de constructivismo, del situacionismo y del enfoque sociocultural. El respaso teórico quizá se presente como justificación de los
"métodos adecuados de enseñanza" (pag 71).
- La reflexión como método general para el aprendizaje activo se trata sólo en las dimensiones descriptiva y comparativa, para saltar a la crítica.
- El método de proyectos, que definitivamente asciende de categoría de técnica a la de método, pero sin llegar a cambiar de denominación, por ejemplo, métodos exploratorios.
- El método basado en problemas, de nuevo un ascenso de técnica a método, pero sin llegar constituir métodos de análisis del entorno y métodos de simulación profesional.
- los métodos de enseñanza y aprendizaje mutuos, se los dejo a los conectivistas para que los califiquen, por extensión y agotamiento del post.
Una defensa y una presentación de las posibles ganancias para l@s alumn@s en un post de hace unos días.
2 comentarios:
Gracias por los enlaces :)
Tiene merito esta entrada... No te imaginas lo que me aburren las "pedagogias bolognesas"... Seguro que por aqui pasa alguno pedagogo (o no pedagogo, quien sea) y me tira los trastos a la cabeza. Ok, los acepto. En este sentido estoy con el gran Don Miguel (de Unamuno), cuya critica a la pedagogia resulta tremendamente divertida en "Amor y pedagogia'.
Hace unos cuantos meses recibi un cursos de estos, un gran curso de pedagogia bolognesa y casi me tiro por la ventana. Solo recuerdo la maxima de la profesora: "Es que yo soy pedagoga", como si eso, per se, justifcara las sandeces que soltaba por su boca. En fin, no sigo que me caliento.
Creo que Bolonia es aplicable a un sistema como el americano, tremendamente desigual socialmente hablando. Aqui es poca la poblacion que asiste a la universidad e incluso las publicas son tremendamente caras. Esto hace que haya mucho medios economicos, institucionales, mucha infraestructura para unos pocos (en relacion a toda la poblacion) privilegiados.
sinceramente, prefiero nuestro sistema socialdemocrata europeo, pero alli Bolonia no es mas que una utopia.
Un abrazo desde las calidas americas (aqui no ha llegado el frio!!)
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