Alorza ha marcado bien la resistencia de los tecnófilos, de los geeks, a la socialización de aplicaciones 2.0. No tiene mucho sentido, pero es así. El club de los selectos cada vez pasa más deprisa a la moda logged in. Este es uno de los síntomas de vida web. La vulgarización que dice Administraciones en Red, socialización de tecnologías tampoco es mal nombre.
Y es que si no tienes tráfico, necesitas urgentemente patrocinio o subvención. Porque incluso los modelos publicitarios, con anuncios cerca, necesitan bastantes usuarios para dar respiro económico.
La curva Hipe describe la ondulante vida de una tecnología:
cuando consigue ser palabra de moda se vacía su imagen periodística y baja a la experiencia que termina en el foso de la desilusión; se recuperará, normalmente, por la pendiente de la ilustración, hasta alcanzar la meseta de la creación, que debería ser co-creación (colectiva o 2.0).
No sé si la multinacional de la investigación de mercados Gartner, reconoce que producto y usuarios en el viaje, a veces corto de estas curvas. A veces la tecnología recibe algún retoque de desarrollo importante. Pero no es lo corriente; si te beneficias de reformas más allá de la interfaz, suele ser un premio a la constancia. Así es que la consolidación de una tecnología, en Red depende de la aportacion social de calidad y de capital de experiencia y conocimiento de los usuarios. En la meseta se mide nuestra productividad, la tecnología tenía la misma al principio y no se le dió mayor importancia, porque no ofrecía el bagage y el contexto que las aplicaciones 2.0, las que sobreviven, ganan con el tiempo.
En el gráfico del post más abajo dibujan que vivimos el bienio de los blogs, del RSS, del etiquetado social... Luego vendrá el blog corporativo, los wikis, las redes de móviles... Depende tanto el futuro de nosotros, que en otro post miraré eso de las métricas.
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