Salgo algo molesto de las clases de hoy: no sé si me pasé en una crítica abierta a las relaciones públicas (encima en 4º curso de esta carrera). En mi descargo tengo que decir que las relaciones públicas se ha amparado en una apariencia científica, en esos modelos de emisión - recepción de la teoría de sistemas y los sociólogos de mitad del XX.
Matizo, abjuro de esas relaciones públicas, del hipotético control de las organización sobre unos públicos. A estas alturas nadie debería aceptar interlocutores que no puedan ser libres e inteligentes. Después hablamos de canales y medios, de lo que se quiera. El funcionalismo y el determinismo tecnológico no aportan nada a ninguna ciencia social actual. En parte por una suficiente comunicología, pero eso es otro asunto.
Dudo que las relaciones públicas, a la vieja usanza, puedan alcanzar un estatus científico sobre esas bases.
Sobre los defectos de la teorización de las relaciones públicas, una anotación del curso. Reconozco que conceptos tan vistosos y manejables como éstos permiten mapas de acciones y calendarios de lo más efectistas. Pero generan complejos problemas en cuanto te paras a justificar la actividad organizacional o investigas un poco más el fondo. Los públicos no son lo que dicen los funcionalistas, ni nos vemos obligados a definir como aquellos los públicos digitales, ¡por suerte!.
2 comentarios:
Está claro que a un alumno le resulta muy práctica la categorización de los cuatro modelos según el grado de feedback, pero lo que planteas está más que claro: la mayoría de las empresas (no hablemos de las pymes) se basan en el modelo gruniense de "agente de prensa".
De todas formas, lo que está claro es que si nos venimos comiendo durante dos cursos las teorías de las relaciones públicas desde un punto de vista convencional y aparentemente argumentado, hasta que nadie nos diga lo contrario, no cambiamos el chip; y cuando nos lo cambian, nos cuesta.
Lo bueno es que muchos estamos en proceso.
SALU2
Roberto, no me atrevería a decir que "muchos" cambian el chip.
Esta tarde me comentaban que una compañera de séneca en la Autónoma de Barcelona estaba muy contenta porque estaba empezando (en 4º) a involucrarse en la carrera, a leer libros sin que se los obliguen a leer, a ojear revistas del sector que nunca antes había ojeado...
Allí (en la UAB), no se como les irá, pero ya siguen el diabólico Plan Bolonia.
También está claro que estamos comprando la UAB con la UVigo... todo un riesgo.
Lo dicho, lo retro está de moda, no se si me entienden...
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