Podríamos usar un mapa para volver a situarnos. Reescribir la señalización en el mobiliario megaurbano. Con esas señales más familiares, nos convertimos en coautores de la intrahistoria. Eso más viva y palpitante que no tendrán las rutas dibujadas por el navegador en el salpicadero de un coche.‘Hace unos años comenzaron a aparecer unos graffiti misteriosos en los muros de la ciudad nueva de Fez, en Marruecos. Se descubrió que los trazaba un vagabundo, un campesino emigrado que no se había integrado en la vida urbana y que para orientarse debía marcar itinerarios de su propio mapa secreto, superponiéndolos a la topografía de la ciudad moderna que le era extraña y hostil.’
Suicidios ejemplares de Enrique Vilamatas
En B de Barna, caben las historias de tod@s. Sólo tienes que escoger la zona, el grupo de barrios y decir de qué calle es tu asunto: amor, queja, ficción, paseo en bicicleta....
No sé cuanto tiempo llevan con ésto
No hay comentarios:
Publicar un comentario