26 octubre 2007

Administración (fronteras, 4, J. Choza)

1.- Las fronteras culturales
2.- Nacimiento de los estados y de las fronteras geográficas, políticas y metafísicas.
3.- Fronteras temporales e identidades modernas
4.- La administración. Barreras y nudos públicos. (Jacinto Choza 2007)
5.- Las redes. Barreras y nudos privados

En cierta ocasión John von Neumann, creador de la teoría de juegos entre otras aportaciones, declaró que había podido desarrollar esa investigación y publicar su Theory of games and economic behavior ('Teoría de juegos y comportamiento económico'), junto a Oskar Morgenstern, en 1944, gracias a que estaba colaborando con la IBM y trabajando en sus laboratorios, porque si hubiera estado solamente en la Universidad (en el Instituto de Estudios Avanzados de Princeton University, que es dónde estaba) no hubiera podido. Y no hubiera podido -continuaba- porque la delimitación administrativa de las disciplinas y los departamentos de investigación hace muy difícil, y a veces imposible, tomar elementos de la investigación y de los investigadores de otros departamentos para desarrollar los propios estudios.
Si esa afirmación la hace un profesor de una universidad americana, y, más en concreto, del Instituto de Estudios Avanzados de Princeton University, un profesor europeo la puede elevar al cubo. La organización de cualquier tipo de actividad, y la creación de los sistemas de administración, despliega capilarmente las potencialidades humanas y las especializa en aras de una eficacia imprescindible para el funcionamiento de las sociedades modernas. Como es sabido, el análisis de la génesis, desarrollo e implicaciones de la burocracia es la gran aportación de Max Weber a la sociología., y como él mismo señalara, el proceso se despliega en los mismos términos para la administración pública, el ejército, la iglesia, la empresa capitalista y el mundo académico ( Weber 2005, p. 716 y ss).
Pues bien, dentro de cada uno de esos ámbitos, la burocracia genera barreras insalvables a la vez que crea unos nudos de comunicación, a los que se le puede dar el nombre de públicos en la medida en que pertenecen a entidades con existencia oficialmente reconocida. Las barreras vienen dadas simplemente por las diferencias de ámbitos y, en su caso, de fueros, y los nudos de comunicación vienen dados mediante entidades e instituciones que comunican a esos ámbitos entre sí, como los sindicatos, las nunciaturas, los consejos sociales de los centros académicos, los consejos de administración de las empresas, etc.
Por otra parte, los ámbitos oficiales sancionados por la administración, son reforzados en sus fronteras por elaboraciones culturales que desde los ámbitos académicos, artísticos, deportivos, etc., van invadiendo el lenguaje ordinario y conformando el sentido común, hasta construir nuevas fronteras culturales particularmente espesas. Esas fronteras metales son las que separan a unos grupos humanos de los "otros", siendo los "otros" los orientales, los negros, los inmigrantes, las mujeres, los homosexuales, los malhechores, las masas, etc. El mundo académico, desde Foucault (2004) a Said (1999) y a Elias (1989) ha levantado acta de la constitución y la fuerza de tales fronteras.
La proliferación, a lo largo del siglo XX, de entidades oficiales a la que los individuos pertenecen, ha dado lugar a que la vinculación del individuo a la administración estatal sea poco determinante de sus actividades y de su identidad, y se haya producido una "deslocalización" de la actividad y la identidad individual.
La coexistencia en espacios geográficos comunes, y en espacios sociológicos heterogéneos, de diferentes agrupaciones de individuos y de diferentes grupos culturales, genera un tipo de barreras y un tipo de comunicaciones entre ellos, que unas veces da lugar a conflictos y otras a la constitución de comunidades prósperas.
En el ámbito religioso, la unidad de un espacio físico común a espacios sociológicos heterogéneos, induce a un diálogo interreligioso o a un ecumenismo pacífico, unas veces, y a nuevos conflictos de religión, otras (vid P Berger 1974, Gilles Kepel 1991, R Lauth 2004 y 2005). En el ámbito civil, igualmente se dan situaciones de marginación o comunidades multiculturales verdaderamete ejemplares (como Cerritos).
Además, el hecho de que las agrupaciones de individuos y el hecho de que las instituciones en las que se incardinan, como las iglesias, las empresas, las universidades, etc., tengan un carácter cada vez más supranacional, da lugar a que el principio de territorialidad con el que se inaugura la modernidad, el estado moderno y la nación moderna, entre en fase de obsolescencia. No es que se produzca una "deslocalización" de las empresas, del ejercito o de la banca, es que el principio moderno de territorialidad nacional va perdiendo vigencia paulatinamente.
En este sentido, la Unión Europa de los 27 países en el siglo XXI empieza a tener más semejanzas con la Europa pre-renacentista y pre-estatal que con la Europa moderna, y quizá más aún con las poblaciones pre-imperiales anteriores al segundo milenio aC.
En este sentido, los modelos americano, francés y británico de organización y gestión de la pluralidad cultural, son formulas de utilidad y eficacia diversa a la hora de gestionar la relación entre las culturas existentes en un territorio unificado bajo una misma administración estatal. Pero la diversidad y la dinámica de esas culturas otras veces hace saltar la unidad administrativa estatal, como ocurrió en la última década del siglo XX con la URSS, Yugoslavia y Checoslovaquia, y en la primera del siglo XXI con Bélgica.
En esta perspectiva la dinámica de la vida da lugar a la emergencia de nuevos campos de conocimiento como es el Derecho Administrativo Global, que se ocupa de las numerosas organizaciones supraestatales que regulan la actividad de entidades e individuos de diferentes localizaciones nacionales (Javier Barnés 2006).
El nuevo derecho administrativo estudia los cauces para regular relaciones globales entre grupos que no quedan suficientemente determinados por su localización nacional, y cuyas relaciones tampoco pertenecen al ámbito de las llamadas relaciones internacionales. Pero a pesar de que intenta la más fluida comunicación posible entre los individuos y los sistemas administrativos estatales y supraestatales, y a pesar de que intenta superar las formas antiguas de organización piramidal mediante las formas de organización reticular, por una parte, no siempre puede lograrlo, y, por otra, también genera barreras que oficialmente no pueden ser salvadas cuando sería conveniente hacerlo.
Por eso se da también una proliferación de barreras y nudos privados dentro del ámbito general de las redes.

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