Comienzo el cuatrimestre con dos asignaturas, Comunicación e Imagen Corporativa y Teorías de la Comunicación. Antes de proponer los programas y pautas les paso alunas preguntas al centenar y medio de alumnas y alumnos. Necesito conocer algo de su vocabulario, en qué estiman el conocimiento científico, la credibilidad que conceden a los medios de comunicación, alguna noticia de sus usos de tecnologías de comunicación. Tardaré unos días en leer todas las respuestas pero me hago una idea.
Parece que entre mis grupos de aulas se conserva el prestigio de la ciencia, con frecuentes menciones de espíritu críticos, ha crecido la desconfianza en los medios, aumentan los usos y dependencia de las redes especialmente para comunicarse y seguir a sus grupos. Buscan escenarios intelectuales, tácticas de éxito y recibir cierta experiencia, al menos virtual, para sus futuros laborales. El diálogo es difícil, pero la ilusión de muchos en primero ya ha roto el hielo en ese curso.
En estas primeras horas no he proyectado un fotón y sólo mi largo discurso y alguna que otra pizarra llena han sido mis apoyos.
También lo podía haber hecho de otra manera.
En esta presentación Alexander Hayes compara dos aprendizajes virtuales en un entorno más formal de enseñanza (GLU) o en las redes que podemos enlazar con blogs y wikis para ganarnos alumnos. El entorno y las maneras no hace al curso. Pero un buen curso debería ser mejor con ritmo RSS. Lo encontré por Mario Nuñez y también creo que la enseñanza 2.0 abre mejores oportunidades. Estas facilidades confirmarán una nueva dimensión educativa si los contenidos y el aprendizaje dan el salto junto con los nuevos formatos.
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