A lo largo del verano se ha comentado (agencia Efe) el informe de ARCE, la Asociación de Revistas Culturales de España (flash en Arce, pdf 43 pags en el blog convalor) .
Traza el perfil sociodemográfico del lector de revistas culturales: adulto, acomodado, con formación y tiempo...
¿El gancho? Credibilidad, calidad de contenidos, actualización, firmas, pluralismo...
Los criterios para la calidad editorial pueden pasar.
Pero, con Juliana Boersner (papel en blanco), se me ocurre que habría que diversificar el público objetivo. Caso de querer mantener la categoría de revistas culturales. Supongo que la cultura debe ser para alguien más ...
2 comentarios:
Hola Daniel:
Me alegra que comentes también el estudio que a mi me dejó con muchas interrogantes tanto en relación a los lectores de ESAS revistas como a las publicaciones mismas (que tienen características bien específicas, un target bien determinado).
El tema que se desprende, además, tiene que ver con la cultura como industria y la pregunta emergente de qué es lo que estamos entendiendo por cultura, ya que ?es cultura solamente lo que reflejan estas revistas?
A mi me resulta incómodo pero necesario reflexionar sobre ello porque es como si no hubiéramos cambiado desde hace décadas para acá, sobre todo cuando pensamos en el lugar de la mujer en todo esto. la representación de la mujer en la industria cultural, la industria de los medios.
Fascinante, ¿no?
Un gran saludo,
Juliana
Sí Juliana, hace ya unos siglos que el peso de la idea de alta cultura, no corresponde con su industrialización. Esta inercia no se explica cuando la cultura popular, las diferentes culturas, presentan una amalgama tan variada. Uno de los problemas es que al no cambiar sus cauces muchas no tienen cabida y tienen muchos problemas para expresarse. Es como si los niños, los ancianos o los inmigrantes no cupieran en la palabra sociedad
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