Cuando buscamos opiniones profesionales de altura queremos balance y perspectiva. Que paren el mundo un rato para poder bajarnos y echarle un vistazo a lo que nos rodea. Desde la barandilla de sus opiniones se ven paisajes distintos sin duda.
En Wired (abril 2007) tenemos una de esas entrevistas en lo alto de un rascacielos, con el director de comunicación de Google, Eric Schmidt. El efecto y la imagen Google no salen de su despacho. Tampoco en los laboratorios de Google se crean las aplicaciones y se diseñan los proyectos que les están haciendo crecer. Pero por este imán que tienen las grandes corporaciones, antes o después si no acaban dentro, quedarán en la periferia de la empresa.
Mariano Amartino destaca las cuatro ideas que tiene el CEO de su empresa: un sistema de publicidad, una oferta de aplicaciones a personas, que ahora intentan extender a las empresas, como un superordenador gigante y como un fenómeno social. Cómo pensar en Google.
Google representa un modelo del negocio digital, con la fortuna y los hados de su lanzamiento y desarrollo. Un proyecto muy relacionado en todo su desarrollo con ir ofreciendo opciones antes de que tuviéramos claras nuestras necesidades. En el momento en que adquiere tamaño y caracter de institución puede perder su conexión con lo que hacemos, necesitamos y queremos. Si deja de ser un fenómeno social, en el momento en que su prestación de servicios deje de justificar la dedicación individual de tiempo, intentará volvernos al redil, controlar y dirigir el cotarro.
Ahora que estamos de elecciones en España, me recuerda la enfermedad del cargo. Durante el primer mandato se procura aprender, escuchar, se cuenta algo con asesores, informantes. Cuando se repite gobierno, tenemos al regidor "aprendido" y convencido. Peligro. Mantener actualizado un modelo de organización es más difícil que crearlo. Porque pensamos que los resultados son principalmente resultado de nuestros esfuerzos. Y en un porcentaje cada vez más importante, por incidencia de coyunturas y otras coincidencias, las causas no son las que parecen. Google como otras grandes, lo seguirá siendo, si mantiene su capacidad de atención y de escucha. En este momento, la dirección de comunicación es más una resultante que producto de un diseño estratégico.
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