Hemos despedido a Xan Bouzada Fernández (ya con entrada wikipedia en galego, una de sus canciones favoritas?). La prensa local no ha sabido dar alguna semblanza aceptable. Tampoco creo que me corresponda a mí. Somos colegas desde la fundación de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación, pero trabajamos en investigaciones separadas administrativa y artificialmente. Y sólo en contadas ocasiones tuvimos conversaciones de altura, con tiempo por delante.
A la vuelta me preguntaba mi hija de corta edad si era una buena persona. Le respondí que muy buen hombre. Lo destaco por encima de su valía docente o académica, bien conocida por alumno/as y colegas. Recogeré solo dos anécdotas personales. Y eso que debe ser una de las principales autoridades en políticas culturales gallegas, pero en la madurez en la que se encontraba nos ha dejado sólo con una muestra del poder de su obra. (publicaciones en Dialnet).
Las dos anécdotas se refieren a algo que ambos amamos desde posiciones diversas: la educación y la cultura. En la reforma anterior del plan de estudios, desde sus vastas humanidades defendió con razones una formación generalista. No recuerdo que levantara la voz ni que perdiera una aristocrática delicadeza de formas cuando más pasional le oponía mis propuestas, no hacia una formación especializada, sino más bien ad hoc, pero no en la línea que prefería Xan. Pero él escuchaba, comprendía y disentía como es muy raro ver en la universidad.
El otro motivo de debate era quizá uno de los leitmotifs de su vida intelectual: la idea de cultura. Cuando nos empezamos a conocer nos fijamos más en las diferencias. Con los años creo que estábamos más cerca de lo que me parecía. Pues bien, sabiéndolo, y perteneciendo a otro ámbito de conocimiento, me ofreció participar en el primer monográfico sobre los desafíos de la acción cultural, que coordinó para la revista GRIAL en 1996. La oferta fue algo más que cortesía cuando conocía mis diferencias y la repitió en alguno de los siguientes monográficos. Yo tenía una idea cruel sobre las cofradías de las revistas universitarias de la época y no me atreví a entrar en un territorio desconocido. No lamento otras colaboraciones que rechacé esos años, pero aquí perdí una ocasión de oro de conocer más al vecino de aula.
Nos quedan pocos textos completos en línea, sólo un par de pdfs en Dialnet y media docena más puedes recuperar como referencia a Bouzada en la biblioteca del Consello da Cultura Galega.
Además de la digitalización pendiente es importante destacar lo principal de obras como la de Xan para que otros no perdamos el hilo que estaban tomando sus proyectos. Sin las ideas y los textos de Bouzada no habremos superado del todo las políticas economicistas e individualistas en la conservación y proyección cultural.
También espero que su magisterio sea inmediatamente continuado por otros colegas de su departamento, en particular en la integración metodológica entre perspectivas funcionales-actoriales, perspectivas grupales y de redes y las perspectivas socioculturales, que compartimos también desde otras áreas de conocimiento y con las que nos enfrentamos a problemas sociales y teóricos similares.
7 comentarios:
Onte á noite veume de repente á cabeza a imaxe do seu buzón na Facultade. Tíñame fixado nel porque está pegado ó meu e os papeis acumúlanse ata chegar á abertura.
Xa que ti lle ofreces este pequeno recoñecemento permíteme sumarme penando máis coma ex alumno que coma compañeiro.
A última vez que o vin achegueime a saudalo e díxenlle pouco máis que "alégrome moito de verte", e creo que poucas veces ese "moito" foi tan grande.
Tremenda noticia. Al enterarme he pensado en su sonrisa. En su gesto amable. En sus buenas clases. En lo escrito. Lo he visto de nuevo sentado entre un grupo de alumnos en unas escaleras de piedra. Forma parte de todo lo bueno que recuerdo de los años de facultad. Mi más sincero reconocimiento a esa pequeña parte del hombre que conocí y me formó. Mi cariño. Mi tristeza. Mi agradecimiento por su memoria.
Gran perda. Na Universidade hai profesores que rezuman sabedoría e outros ignorancia. Bouzada era un deses que cheiraban a coñecemento por tódolos lados. Un tipo que tanto contábache as súas batallas no maio do 68 tomando unha cervexa pola noite nunha praza, como se saía do guión do programa para enriquece-la clase coas súas inquedanzas.
He encontrado esta noticia por casualidad y la verdad es que como antigua alumna suya me ha entrado una enorme tristeza.
Quisiera desde aqui hacer un reconocimiento por sus clases, sus enseñanzas y sobre todo por su persona, que aunque no lo conoci demasiado, se respiraba su enorme bondad.
Lonxe das estridencias e folklore académico dalgúns profesores universitarios colegas de facultade, Xan Bouzada soubo conectar co alumno dun xeito especial, desempeñando a súa función con dignidade e maestría. Un home tranquilo, un bo profesor, un gran orador, un bo home, unha gran perda. Grazas, Xan.
Unha grandísima persona.
Puiden traballar con él nuns dos seus derradeiros proxectos, e descubrín un gran profesional e unha persoa increíble.
Alá onde estés, unha forte aperta Xan!!!!
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