Berto Yañez contestó que los anunciantes locales todavía no están en servicios de publicidad contextual como los que ofrece Google,
así que sólo queda la publicidad institucional, que para no hacerla exclusivamente ocasional (o electoral) hay que negociarla y contratarla como patrocinio.
O sea los partidos tienen que ver algún interés en mantener las redes sociales de que se trate.
Dicho de otro modo el patrocinio, mira con atención lo que le interesa.
Así un banco está sosteniendo la prensa económica digital (ActiBva, un menéame de lo económico).
O los americanos han lanzado estas semanas algunos Diggs temáticos: mascotas (Purina)o, de viajes (American Express) y ahora no encuentro otros ejemplos que ví de juguetes o de juegos infantiles.
La modalidad del patrocinio se entiende bien en otra red de blogs del motor a añadir a las existentes y que sale ya directamente con la marca de Michelin en cabecera.
De modo más claro que Berto, Daniel Seijo decía ayer que las marcas no deben ofuscar el trabajo observador y evaluador de l@s bloguer@s. Perderían su razón de ser: la credibilidad y la depuración de grandes cantidades de información, ese fundamento que les hace atractivos.
Más que el patrocinio, tenemos que ir pensando que a las redes sociales les corresponde la RSC, la responsabilidad social institucional y la responsabilidad social de las empresas interesadas en ciudadanos y en consumidores 2.0. Sin embargo estas semanas son los innovadores y los promotores 2.0 los que van pidiendo fondos puerta a puerta. Al otro lado del oceáno fundaciones y donativos empujan otra Internet de alta velocidad y de alta capacidad.
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