No quiero entrar en la polémica de suscitada por las palabras de Herring en 10 Reasons Why the Internet Is No Substitute for a Library. Mi colega blogfesor Mario Núñez contesta a esas razones con parecido aplomo.
Lo más claro en este debate es que la defensa de las bibliotecas no debe hacerse frente a Internet, sino por sí mismas. Lo que no quita que la dimensión virtual "del templo de los libros", tenga un atractivo innegable entre otras perspectivas y proyectos que pueda sugerir la biblioteconomía.
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