De pequeñito me contaban cuentos. A eso atribuyo que los prefiera a las ciencias exactas. En estas semanas ha sido la economía quien se destapa. Bajo el aparente vestido del bienestar, afloran cada día sus remiendos. Si hubiera aceptado el más cómodo y sincero taparrabos... Se nos anda revolviendo el bienestar este otoño. Y las hojas, erre que erre verdes, en los árboles.
Serán las lluvias de otoño, llegan hoy a Galicia. Caer, caer, los precios. Ingenuo de mí, que memorice leyes como la oferta y la demanda. Será que lo demandan y tienen que bajar. O que si no los bajan los demandan. El caso es que caen hasta los inasquibles. Anda el lobby de la gasolina poniendo la recarga del depósito por debajo del euro. No sé si tendrá que ver con el precio psicológico. Pero cómo caen: las casas, los coches, el m-office ....
Y me pregunto: ¿cuando cae el valor de cambio de una casa, de un coche... quiere decir que vamos a poner todas esas carezas en su justa medida de estimación social? ¿Ya no nos parece normal o legal poner el salario de una vida en las piedras y los motores? A pesar de los vídeos en You Tube tampoco entiendo esta crisis.
Sería una suerte que esta crisis fuera de mentalidad y por fin nos decidamos no pasarlas canutas con precios y valores psicológicos, con falsa imagen.
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