Durante la vacación bloguera han aparecido dos artículos de mi trabajo con María Luz Álvarez sobre el protocolo. Aparecen en el número 11 de la revista Icono 14, un especial dedicado a la materia y coordinado por Javier Sierra.
En esas páginas nos preguntamos cuántos asuntos claves de la comunicación se plantean los especialistas en el protocolo español en sus publicaciones. Mari Luz (el léxico del protocolo, pdf) encuentra coincidencias básicas que justifican que el protocolo se trate como especialidad de la titulación en comunicación, sin olvidar sus relaciones con el derecho y con la historia. Luego también habrá que contar con sus extensiones más allá del protocolo de los Estados en aplicaciones deportivas, empresariales y otras demandas institucionales de ofrecer imágenes públicas de amplio alcance.
El protocolo se va abriendo a los medios de comunicación como cuentan otros artículos del monográfico.
Me interesa en particular (pdf) lo que puede cambiar la profesión si se acerca al mundo universitario, en concreto a esas tres tradiciones dominantes en el pensamiento del siglo pasado sobre comunicación.
Lo que llamo teorías periféricas son estos campos colindantes o limítrofes que se presentan como un buen laboratorio de lo conseguido en la conceptualización y en la orientación de las profesiones comunicativas. Pero también como señal de lo que pudo faltar para alcanzar sentidos más abiertos a la comunicación como los que en este tiempo necesitamos.
Como en el caso del protocolo, la academia se nutre de su experiencia y recibe a los nuevos grados, como los países de las alianzas internacionales escuchan las demandas nacionalistas de las regiones sin Estado. Esperemos que con algo más de fundamento y con más flexibilidad para beneficio mutuo. Que sea fundamentación y orientación de las especialidades profesionales actuales al mismo tiempo que rejuvence y acerca a las necesidades sociales más urgentes a la envejecida institución universitaria.
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