28 septiembre 2006

Testamento de Le Monde sobre la muerte de la prensa francesa (eperiodistas)

No creo que los periodistas sean superhombres capaces de sostener las empresas periodísticas. Menaún si buena parte son becarios, practicantes o subvencionados por cuenta ajena en general.
El problema de los medios se parece algo al desastre de la industria discográfica. Dan la impresión de industrias descontextualizadas, más que deslocalizadas.
Siguen empeñados en vendernos lo que no queremos y a un precio que no queremos pagar.
Si Coca-Cola siguiera hablando el idioma de la modernidad "Béba (Ud, sí Ud.) Coca-Cola", ya sólo quedaría en los museos. ¿Por qué las industrias culturales tardan tanto en renovar y ensayar nuevos productos? ¿Por qué no atraen a las nuevas generaciones? ¿Por qué seguimos llamando industrias culturales a cualquier cosa que no sea una película o un videojuego?

Desde e-periodistas podemos darle algunas vueltas a las razones que publicó Le Monde sobre la caída de lectores ( cerca de 20 % en diez años) y de ingresos publicitarios (un 45% menos de 1990 a 2005) en la prensa diaria francesa:
1) La desaparición de gran parte de los puntos de venta de periódicos en el país: de 33.540 quioscos en 1995, a 29.274 en 2005.

2) La frágil estructura financiera de las empresas editoras, que dificulta la adopción de medidas estratégicas de gran calado económico.

3) La subida de los precios de impresión. Estos costes, según Le Monde, son en Francia los más altos de toda Europa.

4) El pobre resultado de las subvenciones públicas recibidas por la prensa para promover la lectura de diarios. Esas subvenciones, que rondan los 800 millones de euros al año* en el quinquenio 2001-2006, se han destinado sobre todo a la modernización de maquinaria y a la compensación económica por despidos de trabajadores, pero "no han contribuido a bajar el precio de venta".

5) La creciente competencia de los medios digitales. El tiempo dedicado a la lectura de diarios se situó en 2005 en torno a 30 minutos diarios, en tanto que la televisión acapara diariamente una media de 3 horas y 23 minutos de vida de los ciudadanos. Por otra parte, 27,2 millones de franceses mayores de 11 años son internautas, prácticamente uno de cada dos.

6) La carestía de la prensa francesa. De 1970 a 2002, el precio de venta de los diarios ha crecido a un ritmo que dobla el del índice de precios al consumo. Esta tendencia resulta especialmente peligrosa en un entorno donde emerge la competencia de la prensa gratuita.


Me encanta el cierre del post de Ramón Salaverría.

En este análisis se echa en falta mucha más autocrítica. Los diarios -en Francia y en todas partes- llevan años buscando culpables de su declive fuera de sus empresas y redacciones: cuando no es la televisión, es internet; cuando no es la deficiencia del sistema educativo, es la falta de subvenciones públicas... Los culpables siempre son los demás. Ya va siendo hora de que reconozcan sus propios errores -alejamiento de los intereses reales del público, clientelismos políticos y económicos, falta de profesionalidad...- y traten de ponerles remedio.
- Presse quotidienne nationale : les raisons d'une crise très française (Le Monde, 31/08/2006)

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