(en este post echarás el tiempo que te lleve pillar las metáforas y alusiones)
Tuve tiempo de leer algo en papel. No se me tache de nada que fué "La blogosfera hispana" editado por JM Cerezo. Y todavía no le he agradecido el envío. Como en otros casos empieza a existir cuando puedo meterme entre sus contenidos.Empecé por Adolfo Estalella. Quizá para animarle ahora que anda apurado con su blog (i. e. con asuntos que no nos dejan bloguear lo que querríamos). Quizá, como el niño de la playa, intentamos parar el río con las manos.
El libro ha empezado a existir cuando abrí La construcción de la blogosfera: yo soy mi blog (y sus conexiones). Leía con la cabeza ocupada porque mis alumnos hablan de los blogs como conversaciones y se defienden mejor en teorías interpersonales de la comunicación. ¡Lo que puede la imagen de la conversación cuando intentas pensar!. Adolfo está en las teorías herederas, las de la Computer Mediated Communication. Pero trata a los blogs como la Mead a sus tribus.
Repite, quizá en exceso algunas fórmulas de éxito. Pero la reflexión es impecable. La blogosfera no es una colectividad de firmantes anclados en sus URL's. Fondea Estalella en el espacio y las interconexiones invisibles entre los que nos leemos y citamos. En realidad, la metáfora de la conversación es, también aquí, desafortunada. Porque los indígenas de los blogs, nos leemos pero no dialogamos. Salvo en contadas cascadas en comentarios. Cada uno desde escritorio construimos un espacio, casi tan vacío como el átomo, en el que sólo quedan las relaciones invisibles e intangibles. La casa común que habitamos es choza donde pasar la noche del despiste y de la desorientación; mientras seguimos construyendo el camino por el que nos reconocen los vecinos. Hemos hecho del proceso, del viaje nuestro domicilio. Y no podía ser de otro modo si constríamos comunicación.
Esta es la primer vida que ha tomado LA BLOGOSFERA HISPANA. PIONEROS DE LA CULTURA DIGITAL. En sucesivas lecturas tomará otras formas.
Adolfo me debe una parte de su título. "Yo soy mi blog". Lo de las conexiones lo ha desarrollado bien y se lee con gusto. Pero mi identidad bloguera se siente preterida. Todos nos hemos ido convirtiendo en algo de nuestros blogs. En ésta columna inversa alguna que otra vez juego con esta esquizofrenia. Pero eso no lo he leído en sus líneas. La identidad virtual, hace años clandestina, ahora multipolar o camaleónica ha faltado en el texto o sobraba en el título. Con perdón de Descartes, Ortega o el circunstancialista al que se refiriera el buen Estalella.
(si el esfuerzo retórico no ha compensado tu reflexión, siempre puedes pasar de comentar)
2 comentarios:
Gracias por la reseña, Daniel.
Me quedo con eso de "Hemos hecho del proceso, del viaje nuestro domicilio", y discrepo con esa idea de que los vínculos entre los blogs sean "relaciones invisibles e intangibles". ¡Qué hay más tangible que un hiperenlace!, que se puede contar (Technorati de hecho lo hace), medir, etc.
se me van los adjetivos.
invisibles, porque como con las cerezas, con un blog que citas o lees, no queda del todo claro, las cerezas que vienen con él.
para mi es intangible o al menos de dudosa solidez el conocimiento que vamos construyendo
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