Cuando hablamos de "medio de información", pública o social, podemos señalarlo con el dedo, describirlo y referirnos a los que conocemos, a otros de los que sabemos.
En esta actitud domina la intención de explicar. Ya valen como ejemplo las definiciones de investigadores de contenidos, economistas de la comunicación, estudiosos de la producción o de la propiedad cultural y demás.
Normalmente, citarán modelos, que destacaran entre otros, referidos a alguna colectividad y periodo de tiempo poco extenso.
La misma palabra, para otros teóricos exige muchas más vueltas para llegar a comprender lo que es un medio. No se puede mirar desde sólo punto de vista. Hay que enfocarlo con perspectiva histórica y en su tiempo. La idea de medio de información, incluso, se puede destacar subrayando las contradicciones que encierra: la denostada y necesaria publicidad, su ambivalente relación con el poder político y económico, etc.
En este segundo sentido de los medios de información, se puede ubicar, por ejemplo, un discurso de Noam Chomsky como
Lo que hace dominantes a los medios dominantes publicado
Potlatch 1, 2004, pdf o zip. Y lo sitúa entre los teóricos interpretativos, a pesar de que en la primera parte de su texto sugiere fijarse en los medios de élite, como " un científico estudiaría alguna molécula compleja": mirando la estructura, conjeturando una hipótesis y, desde lo que vemos del producto, comprobando cómo se ajusta la hipótesis (p. 11-12). Esto parece que nos llevaría a un concepto de medio explicativo de los medios, pero el resto del texto sigue siendo marcadamente hermenéutico o interpretativo.
Chomsky no se refiere a los "medios masivos": la mayoria de los existentes, con algo de información y comentario cercano, y, mucho entrenimiento o distribución de productos y regalos.
Enfoca, en cambio, a los "medios de comunicación de élite": los grandes grupos de información, las agencias internacionales... o dónde situemos en nuestro entorno los primeros poderes mediáticos. Y propone mirarlos como instituciones, como si estudiásemos la universidad o la administración de justicia. Son los medios que fijan el marco o la agenda a los demás, y ejemplifica en NYT o CBS. Son grandes empresas, participadas o relacionadas con otros grandes de la energía, la banca, las telecomunicaciones u otras industrias.
Los medios de información de élite, en su opinión, no venden noticias. Los productos comunicativos no dan, cuestan dinero a la empresa. En una expresión algo fuerte, Chomsky dice que los medios de élite "venden audiencias a otras corporaciones" (p. 15). El criterio editorial, lo que es noticia, la composicion de la portada... el interés y la actualidad se organiza en torno a lo que se puede comprar o vender, y otros asuntos que tienen que ver con el entramado de grandes empresas implicadas con los grupos de comunicación.
Para medir esta hipótesis sobre la información de élite, Chomsky propone mirar la comunicación interempresarial que circula por estos medios. Lo que dicen los líderes de las RR. PP., los columnistas de opinión ("intelectuales públicos") y los académicos de la ciencia política que hablan de los medios. En opinión de Chomsky, coinciden en despreciar al público, quieren mantenerlos como espectadores y alejados, que no se involucren y participen demasiado.