Umberto Eco, el de la novela En nombre de la rosa y otras, además de ilustre catedrático con estudios literarios de literatura medieval y uno de las cabezas visibles de la semiótica internacional, ocupada en desvelar los sentidos que en la actualidad damos a los signos y a los símbolos, dice que Internet puede llevar a que cada uno nos construyamos nuevas propia enciclopedia y no consigamos comunicarnos con los demás.
Me gustaría que los que leen alemán me confirmaran si en la entrevista "�Por favor dígannos la verdad! para Die Welt esa es la conclusión principal, al menos como nos la cuenta Libertad Digital.
Que cada uno construya su propia enciclopedia del saber no es un peligro, sino una ilusión. Corresponde al ser inteligente ordenar lo que conoce para expresarlo y comunicarse con los demás dejando además las puertas abiertas a lo que cambia, a todo eso que puede venir y a la inmensidad de lo que desconocemos. No pueden hablar los que no tiene al menos algún rudimento de vademecum para andar por casa y eso sí que es un peligro y una pérdida de tiempo.
Mayor problema encuentro en que un seguidor y analista de la comunicación contemporánea se apunte a la imagen utópica de Internet como herramienta enciclopédica al alcance de cualquiera. revela cierto desconocimiento de la Red, de las navegaciones dominantes y de las aplicaciones más usadas. En eso sí coincido con la larga cadena de comentarios de la noticia de NIcoti en Barrapunto | Umberto Eco y los peligros de la Red.
2 comentarios:
En realidad, yo soy de la opinión de que cada sujeto porta una enciclopedia personal, y eso no ha dado más problemas al ser humano que aquellos que se han desatado por el frenético deseo de unos pocos de que todos los ejemplares sean producto de una misma edición de la misma imprenta. Aprenderemos a respetar la discrepancia como hemos aprendido a respetar la concordancia. A menos que no estemos preparados para ello.
no me creo capaz de estructurar tanto conocimiento.
tiro de esquemas y de recursos, como navego lo trillado o lo que me gusta.
contigo en que el peligro de la incomunicación es más lejano que el peligro de la monotonía, la monosemia y la monocordia...
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