Unas semanitas de tranquilidad y medicación deberían volver la vida de Dani y las nuestras a su cauce veraniego. Sólo volveremos al Hospital para saludar a las amigas y buenas profesionales que dejamos allí para hacer chequeos y revisiones. El cuarto de los Danieles de la corta lista familiar que recordamos, dan4, se ha ganado una fugaz notoriedad a su pesar. Como el bisabuelo de la estafeta de correos en Valencia, el abuelo informático en Madrid o el menda los Dan esperamos que este tipo de apariciones no se repitan.
La semana que viene seguiremos hablando del gobierno y del desgobierno.
En este sesudo blog, entradas como la ayer o la de hoy se pueden considerar más personales de lo habitual. A nadie debe sorprender porque en los blogs intengramos muchos aspectos. En mi caso me ocupo de la opinión científica, esa hermana fea de los papers y las instituciones "serias". Creo que cada vez somos más conscientes de que la ciencia seria tiene sus quiebras. Y que el olfato científico o los alrededores de la verdad, no son menos importantes.
Casi en cada uno de mis posts hay opinión. Y no como si fuera hija bastarda de la verdad o de la noticia. La trato como la vecina más realista, al modo de Popper y otros. Pero además, como opinión, es cercana a la intimidad, más creíble y verosímil. En un sentido que quiere restablecer la denostada subjetividad al respeto que se merece.
Hablando de estas cosas de mi familia, estoy avisando de posibles cambios en mi identidad y autoría. A muchos grandes les "nació" el arte o la sabiduría, tras "salir de la muerte" (escritores ante el pelotón de fusilamiento que no disparó, artistas y poetas en similares circunstancias- límite...) A los que somos pequeños, como mi lista de Danieles, estos grandes zarpazos nos deben cambiar menos. Pero la muerte que pasó al lado no era más guapa que la vieron ellos, y yo la desee para mí mil veces antes que en mi hijo.
Aprovecho la red de bibliotecas en el pueblo para agradecer unos comentarios que me gustaría contestar a la altura que se merecen, pero que sólo apuntaré en el tiempo que me da de conexión.
A
Diana Rodríguez, porque desde el domingo, es verdad, hemos recibido una lluvia de bendiciones divinas y humanas.
A
Manuel, que superó con la belleza de los parajes san Bartolomé de Tirajana y de San Nicolás de Tolentino su accidente de moto y me entiende en lo que escribo y en lo que hemos sentido. A
Yusef, otro incansable a pesar de mis ladrillos, que en pocos años ha aportado un fuerte impulso a su área y no deja de atreverse con nuevos proyectos.
A
Juanjo, maestro y líder del blogging y del diseño en Galicia.
Naxos el insondable aún encuentra serenidad en mis palabras. Este pozo sin fondo de calado y rigor debe saber que todavía no respiro profundo, pero que sí, que mantengo todos estos sentidos de la vida.
Mi amante de la letras
Juliana, tambien agradece que lo compartiera. No lo quería. No sabía como atender a tanta gente, mirando de reojo a mi hijo, sin volverme loco. La voz se me iba enseguida. Pero con el teclado me puedo defender algo más.
Mi aún no conocido amigo
Juan, habla de disfrutar la vida como sabemos. Creo que tiene algo de envidia a esta tierra del Ribeiro. Todos estais invitados, pero a vosotros os pilla más cerca y aún hay unos días de la MostraInternacional de Teatro y si no la Festa da Istoria tampoco es mal día.
Fernand0 sabe mi amor por el mar, los ríos y el agua. Pero a pesar de su invitación la Expo tendrá que esperar aún un poco.
A
Françesc le tocará tirar de los blogs universitarios como viene haciendo, mientras me repongo y sumo a este equipo que formamos en la distancia.
A mi querida alumna y colega
Vane, otro abrazo estés donde estés.
Y lo mismo a mi compañero de Universidad, y estos días de ciudad,
Pedro Cuesta.
Gracias al
profesor Pinto, claro que ya forma parte de lo que vamos construyendo con recuerdos. Muchas gracias a todas esas llamadas que perdí estos días con prefijo 35, desde el otro lado del Miño. Muchas gracias a todos nuestros amigos portugueses.
También quiero acordarme de todos los que se turnaron para no multiplicar las llamadas. A las que con esfuerzo callaron esperando que les llegaran las noticias por otros. No hablamos con muchas o muchos de vosotro/as. Pero creo que nos acordamos de todos o casi todos.
Gracias.
La semana que viene seguiremos hablando del gobierno y del desgobierno.