29 abril 2014

saturación publicitaria en juegos infantiles

Cambia la generación, pero se mantiene el ruido publicitario sobre la actual infancia mediática.
La recepción de anuncios por niños y niñas de 9 a 11 años es la preocupación que llevó a Pâmela Saunders Uchôa Craveiro a proponerme la tesis doctoral con la que ayer obtuvo la máxima calificación, con mención internacional. Aunque en comunicación son más rápidos y habituales los estudios de contenido, siempre me presto cuando se habla de estudiar interacción, conversaciones de comunidades, minorías...

Se trataba de comparar la percepción publicitaria de alumnos terminando primaria, en Fortaleza (Ceará, Brasil) y cómo ven los anuncios en sus juegos otra veintena de pontevedres@s del mismo curso. Reunidos en un aula en un momento extracurricular son entrevistados sobre juegos, tecnología, y en particular sobre los anuncios en los portales de internet en los que se divierten. Esta pequeña muestra debería confirmar los estudios industriales y académicos sobre el alcance pero también queríamos otras luces sobre el significado de la tecnología para la generación Z nacida tras el milenio.

Queda poca duda sobre  la relevancia de los juegos electrónicos entre sus preferencias y en el tiempo de ocio ocupado. Pero Pâmela Saunders llega a una interpretación más precisa de la infancia mediática al confirmar que pese a ganar los juegos en línea, al interés y a la dedicación a la tele, siguen sin embargo bajo una presión publicitaria, cuando menos comparable; se mantiene la saturación de anuncios de la programación infantil en la televisión de la década anterior.

Con diferencias por país entre tipos de anunciantes y en formatos publicitarios preferidos, durante  los juegos destacan las principales marcas de tecnología y entretenimiento con su poder global. La saturación publicitaria en los juegos en red debe ser motivo de regulación en cuanto los menores necesitan ser defendidos de una presión injustificada, desorientada de su interés y enmascarada en ocasiones. El discurso infantil a este respecto es claro, y su queja está más que justificada al comprobar y analizar las inserciones en torno a los juegos. Para publicistas y anunciantes es interesante seguir interpretando estas entrevistas porque desde sus destrezas y experiencias reconocen los formatos menos intrusivos y los temas sobre los que aceptarían sugerencias publicitarias.

Visto a Aida Lídice
Conocí de oídas los teenlabs en algunas agencias durante el cambio de milenio. En este estudio no hay cobayas probando juguetes o campañas. Defienden el espacio virtual, sobre todo cuando pierden plazas y parques seguros en sus ciudades. Aprecian los juegos en los que ejercitan posibilidades, aún alejadas de la agenda escolar formal. Y demandan una capacitación familiar y profesoral para acompañarles en un proceso de empoderamiento que no busca escoger entre productos sino decidir, con conocimiento, reduciendo riesgos y desarrollando sociabilidad. No estaría de más que en la urgente alfabetización digital se involucraran platatormas y anunciantes globales a quienes deberían interesar ciudadanos responsables con estilos de consumo y de vida respetuosos y duraderos

25 abril 2014

Sesión de reputación en DirCom Galicia

La buena reputación se nota :-) 
El gesto expresa valor, mejor y para más gente (valor emergente): "más abierta", "transparente", "participativo", "comprometida", "sostenible"...

Es mi experiencia y coincide con otras miradas.
Cada grupo de interés lo dice a su manera; por los canales y redes preferidas. 

Pero con el mismo sentimiento, con parecido compromiso (engagement). Luego no es una cifra, sino una reunión de satisfacciones.
A la ciencia de la comunicación se piden indicadores para intangibles. Y a las agencias y consultoras, métricas en el nuevo paradigma.

El libro y las industrias culturales consolidaron jerarquías y mercados. Pero han traído alfabetización y espacios culturales. De estos primeros años de las tecnologías para redes sociales esperamos bastante más que una alfabetización digital. Lo iremos viendo según se crean nuevas formas de comunidades y movimientos sociales. Conforme se extiende otro trato a la naturaleza, custodiando el territorio que nos ha tocado dentro. Y repartiendo nuevas formas de intercambio y de trabajo.

Esto es lo que percibí y charlamos en la jornada bajo la eficaz organización de EOSA (Fuencisla Cid) y DirCom Galicia (Eva Pou, que falta en la foto) para profesionales de la comunicación corporativa en la Ciudad de la Cultura de Santiago de Compostela sobre la analítica y gestión de la reputación.


La presentación como sugerencia.




09 abril 2014

alcance de valores emergentes

Desde finales del siglo pasado parece que se ha instalado -para quedarse- eso de hablar de nuevo paradigma. Cual piedra de Sísifo, vuelve una y otra vez por los papeles académicos, invade posts grises de contenido profesional. Cansa un poco; pongámonos serios.

Yaskina Valentina

Algo que lleva medio siglo emergiendo, o es una ballena o quedó en alucinación. Con todo respeto,
porque la claridad en comunicación y en sociedad no depende de ningún método hipotético deductivo. Y sí mucho -en cambio- de las varas de medir. 

Un trending topic tuitero o un google trends, tiene de tendencia emergente lo mismo que vale de noticia un vídeo de upsocial spammeado por redes sociales. Puedes reírte -o llorar-, pero su efecto consumista-político es más boem indirecto. Las notas líquidas -en formato vídeo, tuit o autofoto- parecen evaporarse como un placebo, otro pasar el rato de la sociedad del bienestar entretenido.

Y llevando algo en las venas, ¿lo que decimos se lo está llevando el viento? ¿Es ñoñería sentimentaloide el slacktivismo, el ciberactivismo de clickar? Hace ya unas cuantas décadas que se intenta vaciar los valores. Especialmente los más sociales. Y continúa la guerra político-económica contra los -ismos (naturalismo, feminismo, nacionalismo, ecologismo, cooperación, solidaridad,...) Lo último es decir que en las redes sociales no se arreglan nada. Para luego caer en la cuenta de que el sistema se está deshaciendo de todas esas apariencias, "porque ahora con la crisis no puede pagar". Justo no puede pagar nada de lo que es valioso.

Foto de Mimia3
Allá ellos. ¿Ayudan las redes? ¿Se están haciendo cosas? Incluso con la misma vara de medir que provoca la crisis encontramos eficacia, y poco a poco podemos ver resultados, y sostenidos. Se mide la ecología (que es más que sus parámetros) como la suma de los territorios que son hoy sosteniblemente custodiados por sus comunidades cercanas (custodia del territorio en Galicia). 

Hay quienes valoran la educación, más que su vida. Como la expresa Malala Yousafzai, que la demanda universal y abierta (lástima que Viacom haya retirado el vídeo porque estamos en zona de sombra del CopyRígido). Si ella acepta los tiros con su pequeña resistencia de querer aprender, ¿hasta dónde aceptamos unos muros digitales sobre nuestra herencia? ¿Quién puede vallar lo que era conocimiento y arte de nuestros antecesores, ahora puesto bajo pago? En estos casos la educación no emerge, se encuentra en emergencia, de la sanitaria. Pero -inevitablemente- el procomún crece. Wikipedia no ha quedado como un ejemplo aislado.

Hablando de afloramiento de valores vemos en nuestro barrio o aldea alguna tienda del comercio justo. Enorgullece encontrar puntos de economía del bien común. Aunque el Slow Food y la alimentación sostenible de proximidad no pueda dominar entre nuestros alimentos en la nevera o la despensa. Apenas son delicatessen éticas. Compramos muchas más cosas baratas, de esas que descuentan la explotación salarial, la contaminación, la usurpación de materias primas.... Nuestros líderes del beneficio inmediato, los reyes del corto plazo, dominan los mercados de la irresponsabilidad. No podemos cubrir sus vergüenzas pagando de nuestro bolsillo tantas injusticias sociales y medioambientales. Pero va subiendo el interés por la trazabilidad. Y resulta más cercano conocer si una ropa está limpia de injusticias o no. También aprendemos a hacer compras colectivas, a reutilizar y mantener, a apoyar cooperativas locales autosuficientes.

No hace falta seguir hablando de "valores emergentes" cuando se normalizan y pasan a ser (pro-) comunes. Ya que desde los hechos es apresurado llamarlos mayoritarios, quizá deberíamos cambiar el discurso del new paradigm por el del paradigma alternativo, futuro potencial o equivalentes. Al menos mientras no coja un poco más de cuerpo. Pero cuenta con la comunicación digital para ayudar nuevos constructos sociales (extituciones, exnovaciones) en la línea de estos brotes verdes que también anuncian su primavera en redes sociales.