Cambia la generación, pero se mantiene el ruido publicitario sobre la actual infancia mediática.
La recepción de anuncios por niños y niñas de 9 a 11 años es la preocupación que llevó a Pâmela Saunders Uchôa Craveiro a proponerme la tesis doctoral con la que ayer obtuvo la máxima calificación, con mención internacional. Aunque en comunicación son más rápidos y habituales los estudios de contenido, siempre me presto cuando se habla de estudiar interacción, conversaciones de comunidades, minorías...
Se trataba de comparar la percepción publicitaria de alumnos terminando primaria, en Fortaleza (Ceará, Brasil) y cómo ven los anuncios en sus juegos otra veintena de pontevedres@s del mismo curso. Reunidos en un aula en un momento extracurricular son entrevistados sobre juegos, tecnología, y en particular sobre los anuncios en los portales de internet en los que se divierten. Esta pequeña muestra debería confirmar los estudios industriales y académicos sobre el alcance pero también queríamos otras luces sobre el significado de la tecnología para la generación Z nacida tras el milenio.
Queda poca duda sobre la relevancia de los juegos electrónicos entre sus preferencias y en el tiempo de ocio ocupado. Pero Pâmela Saunders llega a una interpretación más precisa de la infancia mediática al confirmar que pese a ganar los juegos en línea, al interés y a la dedicación a la tele, siguen sin embargo bajo una presión publicitaria, cuando menos comparable; se mantiene la saturación de anuncios de la programación infantil en la televisión de la década anterior.
Con diferencias por país entre tipos de anunciantes y en formatos publicitarios preferidos, durante los juegos destacan las principales marcas de tecnología y entretenimiento con su poder global. La saturación publicitaria en los juegos en red debe ser motivo de regulación en cuanto los menores necesitan ser defendidos de una presión injustificada, desorientada de su interés y enmascarada en ocasiones. El discurso infantil a este respecto es claro, y su queja está más que justificada al comprobar y analizar las inserciones en torno a los juegos. Para publicistas y anunciantes es interesante seguir interpretando estas entrevistas porque desde sus destrezas y experiencias reconocen los formatos menos intrusivos y los temas sobre los que aceptarían sugerencias publicitarias.
Visto a Aida Lídice |
Conocí de oídas los teenlabs en algunas agencias durante el cambio de milenio. En este estudio no hay cobayas probando juguetes o campañas. Defienden el espacio virtual, sobre todo cuando pierden plazas y parques seguros en sus ciudades. Aprecian los juegos en los que ejercitan posibilidades, aún alejadas de la agenda escolar formal. Y demandan una capacitación familiar y profesoral para acompañarles en un proceso de empoderamiento que no busca escoger entre productos sino decidir, con conocimiento, reduciendo riesgos y desarrollando sociabilidad. No estaría de más que en la urgente alfabetización digital se involucraran platatormas y anunciantes globales a quienes deberían interesar ciudadanos responsables con estilos de consumo y de vida respetuosos y duraderos