28 marzo 2011

Decanato

El viernes 18 he sido nombrado Decano en la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de la Universidad de Vigo, en mi ciudad, en Pontevedra. Me toca por antigüedad como está pasando en otros centros. Parece que la reforma de Bolonia ha dado titulaciones a áreas de conocimiento, pero en la limpieza no ha dejado mayorías claras. O bien no se acepta el cargo por riesgo de perder elecciones.
A mitad de la implantación del grado europeo y con los primeros másters recién estrenados mantengo como colaboradores a los que estaban y seguimos en funciones por unos meses. Si no hay candidatos, hasta la implantación completa, a estas alturas del año que viene.
En el centro se imparten tres grados y tres masters y esperamos pronto la aprobación del cuarto que completa la formación en Gestión Pública.

Grao en Comunicación Audiovisual
Grao en Dirección e Xestión Pública
Grao en Publicidade e Relacións Públicas
Master en Investigación
Máster en Creación, Desenvolvemento e Comercialización de Contidos Audiovisuais
Máster en Dirección de Arte en Publicidade


22 marzo 2011

Lo que aprenden probando

Dejar hacer es una forma de enseñar, sobre todo con alumnos que en algunos aspectos ya cuentan con información y encima tienen ganas. El aprendizaje informal puede ser además un motor de innovación. 
Vienen al pelo las siempre acertadas palabras de Dolors Reig
Tal y como se desprende del título, nuevas investigaciones demuestran que la enseñanza precoz puede ser contraproducente. Actualmente no dejamos que los niños más pequeños exploren, investiguen, jueguen y descubran. En su lugar, les ofrecemos instrucción directa, lo que ayuda a que aprendan hechos y habilidades específicas, pero ¿qué pasa con la curiosidad y la creatividad, habilidades aún más importantes para el aprendizaje a largo plazo?
Mientras que la enseñanza de un maestro puede ayudar a los niños a que encuentren una respuesta específica más rápidamente, también hace menos probable que descubran información nueva acerca de un problema, que aprendan a crear una solución nueva e inesperada. Lo veíamos en un antiguo artículo sobre ensayo error y flexibilidad, en el que un grupo de preescolares tuvieron un mejor desempeño en una prueba que requería la puesta en marcha de habilidades complejas que los graduados en una escuela de negocios.

18 marzo 2011

La universidad no va a poder parar la superación de horarios y aulas

Manuel Area, desde la Universidad de la Laguna, es otra de esas voces que tiene claro el cambio en la universidad que nos viene encima. La institución puede ignorar el presente, pero en cualquier caso, va a cambiar. Recojo de su blog,

En conclusión, las TIC favorecen la interacción comunicativa y, en consecuencia, el trabajo colaborativo entre estudiantes a cualquier hora y desde cualquier lugar. El problema es que, en la actualidad, la incorporación del eLearning al contexto presencial universitario se plantea –en muchos centros- como un mero añadido o anexo a las prácticas tradicionales de organización del horario académico, sin que represente una alteración o innovación sustantiva del mismo. Ello está provocando que una proporción relevante del profesorado y del alumnado universitario español perciba el eLearning más como una carga, como un incremento de su horario laboral que como un nuevo enfoque o perspectiva pedagógica de desarrollo de la docencia y el aprendizaje acorde con los nuevos tiempos de la cultura digital.
En mi opinión, esta situación no podrá mantenerse por mucho más tiempo, lo que generará, a medio plazo, una crisis profunda del modelo organizativo del tiempo y el espacio en las universidades presenciales tal como lo hemos conocido hasta la fecha. Ello nos obligará a cambiar radicalmente (o debiera hacerse) los horarios académicos y el uso de las aulas de las Facultades así como los planes de dedicación docente reconociendo y legitimando las actividades de elearning desarrolladas por el profesorado. Más flexibilidad y menos rigidez en el desarrollo de las actividades de enseñanza-aprendizaje. Menos tiempo entre cuatro paredes de cemento, y más comunicación entre profesores y estudiantes en los espacios virtuales

16 marzo 2011

aunque los perfiles cambian tampoco, creo que los académicos debamos convertirnos en ejecutivos

La demanda de que la universidad se busque cómo sostener hasta un 30% de su presupuesto nos aboca al debate de la independencia vs. productividad del trabajo universitario.
Estos días en que me enfrento con desagrado a obligaciones ineludibles, repaso discusiones sobre las viejas funciones institucionales. En parte porque no parece que tengamos claro cómo ni quiénes somos, por qué y para qué. Me sirve @miquelduran el debate en un post académico y los comentarios de colegas nuestros.


Though obviously in broad strokes, I will argue that there are four major disparities setting academics and business executives apart: their sources of professional recognition, the targets of their work efforts, their relationships with competing organizations, and the degree of homogeneity of the task across organizations.
There are, certainly, other salient differences: for instance, the power of superiors to govern the behavior of subordinates (much greater in corporations), the diverse form and function of internal politics (more collectivistic, group-based in universities), or their time-frame orientations (yearly results much more critical in corporations than in universities). But those pertain more to the nature of the organizations, while my focus here is on the characteristics of the professions of the academic and the business executive.

How an academic is not a business executive By Andrés Bernasconi March 15, 2011 8:47 am EDT


13 marzo 2011

el ministro ya está en ello. eso me temo

José Luis Molinuevo es otra recomendable reflexión sobre el estado de la universidad: La Universidad de Florentino Pérez.
Muestra además indudables signos de salud en el cierre de su post.
un fámulo le aseguraba a un desgraciado que no se preocupara por lo suyo, que el ministro ya estaba en ello.
- Eso me temo, le contestaba el infeliz, pero lúcido, damnificado.
Las universidades que no pueden fichar estrellas, como la mayoría de las españolas, corren serios riesgos de quedar empantanadas en la inundación burocrática de la calidad. Cuando las empresas la sustituyen por la innovación, las universidades se sumergen en una creciente contabilidad de intangibles. Que pudiéramos fichar tampoco es universitario, pero casi lo prefiero a morir entre los datos.