En la reunión de la Sociedad Española de Periodística de octubre de 1997 se trató el periodismo de investigación.
Hablé de investigación práctica, básica y aplicada.
En primer lugar señalaba la interferencia o potencia que puede interponer la técnica en el ejercicio de un periodismo investigador. Atención aparte merecían las rutinas formativas e intelectuales del periodista.
Desde la perspectiva básica o teórica volvía sobre la cuestión de si es posible un periodismo de precisión fuera de escenarios o espacios creados con esa intención (no me refería a académicos).
Con respecto al periodismo de denuncia (interesada, filtrada, o incluso pagada) consideraba que se puede encuadrar buena parte de lo que se considera periodismo de investigación como variante informativa de la investigación aplicada, con todas las grandezas y limitaciones que este tipo de investigación tiene.
También comentaba el impacto de la literatura o la polvareda alrededor de la poca investigación que se daba en la prensa y la televisión de esos años (corrupción gubernamental y cambio político del país, etc.). En concreto sobre los medios audiovisuales comentaba el pobre formato de las tertulias, exitosas en la radio y luego bastante mejoradas con programas de participación algo más colectiva (como el formato 59' y otros de más éxito en años siguientes). Si no llegan al desvelamiento o la conclusión sobre los problemas, aportan matices en el tono general de indefinición en el que terminan los debates.
Otras reflexiones sobre la investigación periodística en Estudios de Periodística VI, 1998, pags 141 -153. Pontevedra, ISBN 84-89690-37-5