Sigo la conversación de edans.
"Te ganas una bofetada, si les hablas a los clientes como lo hace la publicidad."
Como estoy en campaña electoral, limito mis comentarios para que no parezcan alusiones a lo que me rodea.
Para el resto de mis colegas profesión, de docencia y de aprendizaje pido unos minutos de activo silencio.
Hugh Macleod parece algo efectista, pero lleva chicha. En Cluetrain Manifesto decía que la sociedada parece distinta. Que los consumidores o clientes esperan algo más y de otro modo. Que la empresa tiene que dar un vuelco si quiere seguir dedicándose a sus zapatos, para seguir comiéndose su queso.
Estamos cambiando la comunicación. Los medios lo están sufriendo y el discurso de la publicidad ha salido del imperativo "compra" de la época del industrialismo, a una galería de efectos hollywoodenses (gota de agua, flou, moaré, planos congelados... )
Quizá los que pagamos hayamos caído desde la compra racional en la compra emocional, pero en el cara a cara, en la conversación directa -y vamos hacia ese paradigma en Internet- el que miente, finge, desprecia o intenta atontarme con fuegos de artificio... ¡pierde!
Sobre todo como cliente.
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