En V Congreso de la Sociedad Española de Periodística sobre Periodismo y promoción cultural celebrado en Bilbao en mayo 1998 aporté una comunicación que apareció como artículo en el volumen publicado por la Universidad de País Vasco (ISBN. 84-8373-128-2) y editado por M. Fernández Areal y O. Bezunartea.
La vuelta de los navegantes describre el recorrido de Ulises, la imagen occidental del viaje cultural.
Parte de la comunidad tribal pero la representa con las relaciones de sus élites.
En la ciudad rururbana da voz a unos géneros que alcanzan a los burgueses, ensanchando comunicación y cultura.
El desarrollo de lo público necesitaba de las vías de comunicación y de los medios para homogeneizar diferencias frente al discurso político o comercial.
En su mismo éxito la uniformación revienta el espacio urbano monocromo reduciendo la comunicación política a propaganda y la la comunicación comercial a promoción. Cuanto más hacen los medios por la comunicación institucional y la corporativa, más altas son las barreras que los separan de las formas anteriores de comunicación, en los orígenes del viaje.
La edad de oro de los medios de masas, al mayor alcance de la comunicación con la radio y la televisión desvanece los espejismos de un paraíso conquistado.
En la Red, quizá más como surfero que como navegante, se reinicia el sistema. Ulises, cansado y experimentado, vuelve a salir con sus compañeros. Ésta vez, sin moverse de su mundo, con Penélope en casa, pero con muchos y más distantes colegas virtuales.
En el horizonte un nuevo sentido de comunicación y de cultura, ¿por qué no?
Y en adelante, ¿qué significará profundidad, densidad, valor? ¿qué significará extensión, amplitud, alcance?