Como bien dice el artículo, este tipo de listas y de encuestas incide en qué universidades se escogen en cada país. Los productores de informes y los medios no desaprovechan estas oportunidades según se acercan los periodos de matrícula. No deberíamos confundir la web con cada universidad. Tampoco son igual de excelentes todas las facultades dentro de una universidad.
Navegar la web de una universidad da idea de lo que valora su imagen externa y cómo se comunica con sus públicos o clientes potenciales. Hace unos años, cuándo estas clasificaciones sólo se basaban en tráfico importaban más las ciudades y las universidades grandes. El asunto va cambiando y la presencia de las marcas universitarias en las redes sociales va ser determinante en el paso de la gestión de imagen a la gestión de reputaciones en estas instituciones.
El usuario de la web y el estudiante potencial empezaron a contar desde 2007 cuando se planteó evaluar la facilidad de acceso y manejo. Desde el punto de vista del que navega estas webs hay otro ranking de universidades. En su estudio, cinco malas prácticas destacaba Juan Carlos García Gómez (Úsalo.es) en la gestión de la comunicación digital de webs institucionales de universidades españolas.
- Tiempos de descarga excesivos (más de 100 kb).
- Fragmentación del site (diferentes unidades con diferentes webs)
- Buscadores perdidos o inexistentes.
- Abusar del lenguaje administrativo.
- Transmitir información sólo con imágenes.
Queda bastante que hacer para pasar de una dirección de información web a una dirección de comunicación web. Se puede empezar por compartir materiales para el aprendizaje y favorecer y mantener comunidades. Entiendo que eso es lo que en el fondo quiere decir dirigir la comunicación de estas instituciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario