La politización de las instituciones puede traer ventajas. Algunos notamos más que los partidos (o los sindicatos) frenan y dividen.
En la Universidad de Vigo nos encontramos en periodo electoral de Rector y claustro. Durante unos días podemos hablar o plantear ruegos y preguntas a los candidatos. El discurso universitario sigue más o menos hasta que llega la última palabra a la urna. Tras las votaciones volvemos a otros cuatros años en los que el Rectorado ganador habla con sus directores y decanos más cercanos. Mientras el resto de la comunidad universitaria retorna al tradicional silencio de las aulas y despachos típico de estos muros.
Algunos estudiosos dijeron que los famosos debates televisados en las presidenciales estadounidenses avivaron el interés ciudadano por la política. La hora de debate enlazada sigue por supuesto el debate electoral televisado. Supongo que ese corto 20% que se piensa la universidad agradecerá estos debates que muestran lo que preocupa y el interés de los líderes universitarios. Gobernados por el cronómetro y con preguntas pactadas... recuerda de lejos las Quaestiones Disputatae, Quodlibetales... de los colegios monacales y palaciegos. Eran las sesiones en las que se debatían los problemas científicos y las urgencias sociales del momento
En la Universidad de Vigo nos encontramos en periodo electoral de Rector y claustro. Durante unos días podemos hablar o plantear ruegos y preguntas a los candidatos. El discurso universitario sigue más o menos hasta que llega la última palabra a la urna. Tras las votaciones volvemos a otros cuatros años en los que el Rectorado ganador habla con sus directores y decanos más cercanos. Mientras el resto de la comunidad universitaria retorna al tradicional silencio de las aulas y despachos típico de estos muros.
Parte de la ralentización universitaria se puede achacar a esas leyes como las españolas que han reducido el papel operativo de los órganos representativos colegiados. Se ha sustituido el peligroso y retardante diálogo por expeditivos informes rectorales en consejos de gobierno. Si esta simplificación del gobierno al menos nos trajera una administración más efectiva....
¿Quienes deciden? Como viene siendo tradicional, se puede prever una participación de estudiantes baja. A pesar de las múltiples llamadas y motivaciones que se harán en próximas semanas. Pocas universidades han contado con alumnado votante por encima del 10%.
Profesores y personal de servicio, más allá del sindicalismo militante, también manifestarán sus rutinas en cifras parecidas de la ley del 20/80. Pero en este caso la mayoría de voto no implica cambios. Ante similares candidatos (salvo que aparezcan muchos como en UDC), se conserva la la orientación de voto. Una especie de voto colectivo conservador que espera mantener los favores recibidos o por fin pasar a recibirlos.
Algunos estudiosos dijeron que los famosos debates televisados en las presidenciales estadounidenses avivaron el interés ciudadano por la política. La hora de debate enlazada sigue por supuesto el debate electoral televisado. Supongo que ese corto 20% que se piensa la universidad agradecerá estos debates que muestran lo que preocupa y el interés de los líderes universitarios. Gobernados por el cronómetro y con preguntas pactadas... recuerda de lejos las Quaestiones Disputatae, Quodlibetales... de los colegios monacales y palaciegos. Eran las sesiones en las que se debatían los problemas científicos y las urgencias sociales del momento
Sería interesante verlo y también en algún momento que los más notables dentro de las universidades influyan politicamente hablando en las deciciones de los politicos.
ResponderEliminar