26 marzo 2015

DesGRECIAdos ¿Se puede?

Desde varios puntos del mediterráneo miramos con angustia cómo las históricas naciones helenas se debaten en su agonía, entre la gangrena de la corrupción institucional y el no menos mortífero ahogamiento por cerrojazo financiero internacional. Otros tendréis mejores competencias administrativas y financieras que mis luces.

Me ocupa la cabeza si no estaremos contemplando el final de la Historia. Empezó con la escritura, la contabilidad y las primeras ciudades bañadas por unas mismas aguas templadas. Desde el salto neolítico y las edades metalúrgicas, ¿no estaremos atravesando otra grieta entre civilizaciones, hacia una edad del sílice y del grafeno con todo tipo de incrustaciones y vestidos digitales?

Cualquiera puede reconocer el papel que juega la comunicación en una nueva configuración social. Podemos compartir que en el arranque de las civilizaciones occidentales las historias de sofistas, los textos de la academia platónica, y en particular las obras peripatéticas rinden un oculto homenaje a las experiencias y las culturas orales de la Edad de Piedra. En su ordenada cabeza distribuye Aristóteles la poética, la retórica y la dialéctica. Como para que no se mezclen creatividad, comunicación y argumentación entretejidas de historias ancestrales luego ya canalizadas como discurso de Occidente.

Desde esas raíces pienso si no nos encontraremos al final de la escritura, de la Historia como la hemos relatado hasta ahora. Aquel primer desmembramiento filosófico de la comunicación ha terminado en especialidades profesionales: tecnológicas, documentalistas, redaccionales, artísticas... Demasiados ecos para unos latidos antiguos de la comunicación oral anterior a los alfabetos. Ahora que la escritura empieza a ceder su imperio frente a la voz y las imágenes, recuperamos con la digitalización cierto nomadismo y con las redes sociales algo de tribalidad, de otro tipo de comunidades. Eso de la alfabetización digital empieza a tener de todo: polisígnica, multisemántica, pluricanal... Y, como sus efectos sociales, todavía está sólo despuntando.

Supongo que tampoco tu querrás perder herencias o  tradiciones como las nuestras. Mal que bien, los libros nos han traído hasta aquí. Y sirven como las cintas VHS para decoraciones modulares  :-)

Pero lo que ponemos desde hace siglos en rollos o en estantes son nuestros acuerdos para unas libertades. Las vías más o menos comunes para un proyecto que interesa a la mayoría. Quedar en la modernidad democrática desGreciados es condenarnos a repetir lo de siempre hasta esta posthistoria: una barbarie intolerante y asesina que sobrevive mejor que el Fénix. 

Sin duda están viejas las formas helenas, y en general toda la comunicación estatal o institucional. Pero no la originalidad, la apertura transparente ni la congruencia convincente. Poética de la innovación, Retórica de las diferentes comunidades y Dialécticas para los discursos generales y los proyectos de futuro siguen siendo nucleares y entrelazadas para una construcción social que no se puede hacer sin su pasado. Pero sólo con esos mimbres separados, tampoco hay cesto de una comunicación digital y contemporánea. Para quienes se acercan desde lejos; para quienes intentan hacer sociedad desde esta comunicación, quizá una última pregunta por hoy, ¿se puede desGreciar Europa?

19 marzo 2015

Contexto y teorías de una investigación

A pocos meses para que termine el plazo para presentar tesis de doctorado según anteriores legislaciones (el R. D. 99/2011 extingue en 2016 los anteriores), es preciso presentar para su corrección el inicio contextual y teórico que suele ocupar una tercera parte del trabajo académico final en doctorado. No todas las tesis tienen los mismos plazos ni son iguales en esta partes introductorias. Desde mi experiencia reciente y para simplificar las frecuentes conversaciones sobre la cuestión expongo mi parecer sobre los capítulos iniciales en tres tipos de investigaciones doctorales en comunicación: la funcionalista, la interrelacional y la interpretativa-proyectiva. Una simplificación, claro, pero pretende ser más respetuosa que los armazones informáticos y legislativos al uso con esta tres grandes opciones investigadoras para la comunicación.

Empiezo por la tesis analítica. Para este tipo de tesis doctoral, los capítulos iniciales enfocan un campo de comunicación en el que se pretende observar y consignar el alcance y la variedad de efectos, más o menos limitados que producen unas fuentes informativas en y a través de unos concretos medios de comunicación. Coincide que la mayor parte de los estudios en esta disciplina de la comunicación son tesis explicativas, y suelen usar técnicas de content analysis, agenda setting o framing... Como cada vez recurrimos más a buscadores y aplicaciones informáticas para el proceso y para la visualización de datos y de resultados es necesario especificar la perspectiva de criterios y de categorías con que se definen y seleccionan los datos.
Las teorías funcionalistas de los comunicólogos del siglo pasado prestan cierta cobertura nocional, pero no supusieron la comunicación digital globalmente conectada ni el proceso de Big Data. Mantener autoría en la investigación implica que las referencias clásicas sean coherentes con el instrumental estadístico utilizado.



GANNT de plazos de tesis doctorales para planes en extinción (anteriores a R. D. 99/2011)

Con respecto a la parte inicial de tesis doctorales de tipo relacional se da el conocido dilema entre extensión y profundidad. Cuanto más amplio es el campo en perspectivas interrelacionales de la comunicación menos pueden profundizar estos estudios en las complejas interacciones que conectan a interlocutores, comunidades o públicos. Debe quedar claro si un estudio de recepción o de públicos investiga el alcance recibido y cuánto se interesa por la interacción desencadenada en la comunicación. Y según el foco debe integrarse en investigaciones interpersonales, retóricas y de diálogo en grupos o comunidades, o bien en trabajos sobre gatekeepers e influenciadores en información masiva con amplias respuestas públicas.
Aunque los trabajos recepcionistas no han sido los más abundantes en la disciplina de la comunicación, sí muestran el cansancio institucional y las rutinas mediáticas que pierden interés en las prácticas de movimientos sociales y en las ciudadanías contemporáneas. En el contexto digital no sirven las teorías interaccionista y conectivista formuladas el siglo pasado. Parte de la renovación teórica de los estudios de procesos y relaciones en la comunicación se ha amparado en contextos críticos y de investigación alternativa. Sin embargo adolecen de lastres ideológicos similares al pragmatismo funcionalista. Por lo que resulta urgente una mirada respetuosa y formada en el pasado, pero lo suficientemente limpia como para reconocer la peculiaridad e idiosincrasia de la interacción tecnológicamente medida en un entorno conectado por poderosas plataformas, pero en las que se manifiestan respuestas globales.

Por fin, la parte inicial de una tesis interpretativa, o que pretenda ser exploratoria, puede ser algo más larga y densa que las perspectivas investigadoras anteriores. Más motivo para que la dirección cuente con tiempo suficiente. Piensa que necesita aclarar, corregir o encaminar este trabajo intelectual, que puede ser hoy de los más urgente a pesar de no parecer importante. Como el texto introductorio y teórico entra mal en las plataformas y en los artículos académicos en sus más extendidos formatos, puede exigir más revisiones para ajustarse a las palabras y espacios autorizados por la industria universitaria.
Y es que una investigación comprensiva y proyectiva puede terminar fuera de las fronteras disciplinares de un estudio clásico de comunicación, y las más de las veces llega a otros derroteros. En la parte contextual y de diseño de este tipo de trabajo conviene explicar que aspira a dialogar con la investigación psicológica, que pretende aportar a estudios antropológico-culturales, que espera adentrarse en territorios sociológicos, etc. Cuanto más hermenéutico se proponga un proyecto más comprensible resulta que la comunicación sea transversal a distintas áreas también técnicas y científicas. Pero no hay que olvidar que se está haciendo un importante tipo de ciencia que nada tiene que ver con ese modelo universalizado de ciencia hipotético-deductiva entronizado por la modernidad.

Es inherente a un trabajo interpretativo recuperar teorías clásicas con perspectivas aún ilustrativas, pero ninguna de ellas prevé la crisis institucional del estado social del bienestar como tampoco la digitalización. Un sincretismo de fragmentos teóricos si no alcanza ser congruente y coherente no se justifica ni en nombre de la postmodernidad. Urgen revisiones y teorías de la comunicación ampliadas a lo digital. Mejor si los pasos que aportamos construyen un conocimiento colectivo con perspectiva de futuro. La universidad no se encuentra en sus mejores momentos. Y las sucesivas tormentas legislativas no le están viniendo nada bien. Así que aprovechemos estos meses que nos quedan de los antiguos doctorados para defender trabajos humanos, pero dignos.

Si has llegado hasta aquí puede que te interese lo que comentaba en Las partes de la tesis.


03 marzo 2015

lo que contar investigaciones se parece a encontrar caminos y métodos


Cuanto más vivimos la comunicación en redes sociales, más extraña resulta cómo la universidad comunica lo que investiga fuera de plataformas digitales. Vemos cambiar las formas hasta en los reticentes diarios y se nota más que las instituciones arcaicas siguen inamovibles.
No se ablanda un ápice el formato académico, como encerrando poder y autoridad de otros tiempos, en materiales tan rígidos como el libro impreso o esa foto pdf del artículo académico en revistas y portales web editoriales.
A cualquiera resultaría más vistosa una narración de experiencias. Pero mejorar la comunicación de investigaciones va más allá del aspecto estético. Con un relato ágil no sólo se aporta información más legible; se acompaña además de guía y de recomendación, justo lo necesario para aprendices y posibles colaboradores. En una narración de experiencias investigadoras ganamos compañeras para reproducir el viaje. Y guías expertas, con sus mapas, paisajes, gráficos, subrayados y notas aclarando la selección y las fuentes para aprender y continuar conociendo la comunicación.
Algunas ciencias, al menos las más jóvenes nacidas en el siglo pasado, no deben confundirse como interdisciplinares. Son disciplinares, y componen un cuerpo de conocimientos cada vez más amplio y completo. Lo que son es transversales. Así que no presentan cosmovisiones ni poderosas arquitecturas de contenidos que se desplazan como un índice o se encuentran abrigadas en cada pdf.

Ciencias disciplinares y transversales como las nacidas en la aceleración histórica de la actual decadencia cultural, se muestran -como éste tiempo- dinámicas, procesuales, evolutivas. Igual de líquidos son sus canales de aprendizaje y para el desarrollo científico, enfrentados a problemas del momento y obligadas a proyectar los mejores futuros realizables.
Como otras disciplinas, la comunicación se aprende de la experiencia y se mejora con proyectos. Se entiende entonces la demanda de que sus investigaciones sean análisis, y al mismo tiempo decontextualizaciones, ya que sus casos no se van a reproducir. Otro textos científicos sobre comunicación deberían encerrar deliberaciones sobre las mejores opciones comunicativas en el complejo presente. Que no pueda ser una ciencia del control y de la predicción (como casi ninguna lo es), no le quita opciones de exploración y de propuesta. Uno de los rasgos de la comunicación más viva y expansiva es precisamente su capacidad de irse descubriendo al comunicarse. De ir construyendo algo posible según se va compartiendo. La foto la tomé subiendo al mirador de Pena Corneira sobre el río Miño.