Seguimos en una fase aguda de esta crisis de crisis. La crisis como coyuntura y como entorno ya dura lo que hasta hace poco tardaba en aparecer y resolverse una crisis antes de asomar la siguiente. En cambio este lustro ha sido enteramente crítico. Con graves frentes que continúan abiertos.
Reordeno y expreso de otra manera los componentes de la crisis actual, según expone el professor Ashford en su libro de 2011, que vivamente comentó en la ponencia del viernes pasado en Porto en IS2012.
Pongo mi orden, porque cada uno tenemos nuestra jerarquía de valores y preferencias. No porque pueda discutir con mis importancias las que valora en sus 13 años de investigaciones sobre leyes e industria el director del MIT Technology and Law Program.
- Crisis Medioambiental: uno de los núcleos de nuestros males es la pertinacia en no cambiar nuestras rutinas contaminantes; en permitir que gobiernos e industrias retarden los cierres y cambios. Avanza el proceso de destrucción como si el tiempo no corriera en contra de la vida que nos rodea.
- Crisis de Empleo: me encanta cómo concreta Prof. Ashford "lo social": en el desempleo y en el infraempleo. ¿Cómo se ha impuesto como la vía, como la mejor solución para ¿unas devaluadas y alargadas semanas de trabajo?, o el ¿retraso de las jubilaciones?....
- Crisis financiera: para promover negocios limpios y sostenibles, o para transformar los que perjudican a los trabajadores y nuestro entorno, hace falta un capital que tendrá que agruparse y distribuirse en formas distintas a la concentración y el conservadurismo de los actuales bancos.
- Crisis Institucional: endogamia, vejez, falta de liderazgo y de carisma, fueron algunos de los calificativos en nuestras conversaciones sobre la pérdida de legitimidad y de confianza en nuestros gobernantes. La pongo en tercer lugar, porque no tengo tanta confianza como otros interlocutores en su capacidad de resolver lo que enfrentamos.
- Crisis legislativa: dejando de hacer leyes para que todo siga como siempre, para los de siempre. Salir del desarrollo, de unos principios elitistas, que se demuestran equivocados, exige cortar y cambiar. Las superestructuras legales tienen que abrir sus barreras para poder ensayar y probar la sostenibilidad en todas las dimensiones de nuestras ideas y proyectos.
En todas las dimensiones de esta crisis hay implicaciones estructurales, quizá superestructurales porque las llevamos dentro de la cabeza.
Pero también en cada uno de los puntos hay algo personal que podemos ir haciendo. Y es clave, porque sin nosotros esto fijo que no se arregla.
Para seguir pensando estas ideas unas páginas de Eric Hobsbawm, que hoy nos ha dejado con 95 años.
Para seguir pensando estas ideas unas páginas de Eric Hobsbawm, que hoy nos ha dejado con 95 años.
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