Muestra además indudables signos de salud en el cierre de su post.
un fámulo le aseguraba a un desgraciado que no se preocupara por lo suyo, que el ministro ya estaba en ello.
- Eso me temo, le contestaba el infeliz, pero lúcido, damnificado.Las universidades que no pueden fichar estrellas, como la mayoría de las españolas, corren serios riesgos de quedar empantanadas en la inundación burocrática de la calidad. Cuando las empresas la sustituyen por la innovación, las universidades se sumergen en una creciente contabilidad de intangibles. Que pudiéramos fichar tampoco es universitario, pero casi lo prefiero a morir entre los datos.
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